¡Sopita de pollo! Esta es una de las recetas preferidas de todos nosotros aquí en casa. De los niños, porque sabe delicioso, y de Pauli y yo, porque es fácil de hacer, perfecta para desayunar y para cenar, y porque es mega nutritiva.
Antes de que empieces… asegúrate de que el pollo haya sido criado humanamente. O sea, en un campo abierto, comiendo animalitos, semillas, jugando con otros pollos, corriendo, etc. Y no enjaulado y obligado a estar en la oscuridad y a consumir un montón de fármacos, incluyendo hormonas de crecimiento y antibióticos. Estos químicos no solo te los terminas comiendo tu, sino que contaminan aun más el medio en el que vivimos. Además, si vamos a criar animales de cualquier tipo, que sea feliz y sin abusos. Esto daña no solo al animal. Nos daña a todos. Bueno, en un tono mas feliz, tenemos la fortuna de poder comernos un pollo entero así que seamos concientes de eso y disfrutemos cada pedacito.
Esta sopa está llena del colágeno de los huesos y cartílagos del pollo, y de las vitaminas, minerales y compuestos antiinflamatorios y antibióticos de las plantas. En casa la hacemos cada semana y todos sonreímos cuando llega a la mesa. Además, ¡esta sopita rinde mucho! Si eres una persona tan ocupada como nosotros, esto te salva la vida. Se hace rápido, rinde mucho, dura mucho y puedes congelar parte de ella si no vives con mucha gente.
Otra cosita rápida… aquí la hicimos en la olla de presión. La puedes hacer en una olla normal o, idealmente, la harías en una olla de cocción lenta, para mantener los nutrientes lo más intacto posible. Se demora mucho más, claro, pero cocinar a fuego bajo y lentamente nos conviene mucho mas. Pero bueno, a veces necesitamos hacer las cosas rápido, y aquí te damos una receta que, aun hecha bajo presión y súper rápido, es nutritiva.
Como siempre, recuerda mantenerte lejos de azúcar refinada, aceites vegetales y comidas ultra-procesadas.
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